sábado, 11 de agosto de 2012

                    Acerca del amor.

Dice nuestro nunca bien tenido en cuenta Arthur Schopenhauer,que el amor es una trampa que nos tiende el instinto de conservación para asegurarse la continuidad de la especie.
Estoy absolutamente de acuerdo,y agrego que el problema empieza cuando pensamos que puede ser algo más que eso.
De cualquier manera no está del todo mal que así sea,pues de lo contrario los poetas tendrían que esforzarse mucho más en hallar motivos que como éste concentren un muy alto porcentaje de la sensibilidad humana,y tanto los fabricantes de telenovelas, como los vendedores de ilusiones,verían disminuídas sus posibilidades.
Vaya,que por más que la razón lo entienda así,he padecido su influjo y lo seguiré padeciendo hasta el final de mis días.Dulcemente,cándidamente,incautamente.
Y es seguramente de lo que nunca sabré defenderme.

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